Después de mucha reflexión y búsqueda, descubrí lo que realmente importa al iniciar un sueño: conectar con el corazón. Al crear MICORA, entendí que, más allá de lo material, la esencia de cada prenda está en la pasión y el amor con el que se hace.
MICORA nació de mi corazón. En cada chalequillo y choker, está presente el cariño y la dedicación de todas las personas que me han apoyado, desde el primer boceto hasta cada paso en este camino.
Mis amigas, mis modelos, que llevan con orgullo cada prenda. Gracias por ser el rostro de MICORA, por ser mi inspiración y por hacer de cada diseño algo único.
Mi familia, mi pilar, siempre apoyándome y dándome fuerza para seguir adelante. Sin ustedes, nada de esto sería posible.
Mi prima Alba, mis pies y mis manos en este proyecto, que está ahí en cada paso, con su ayuda y compromiso, para hacer que todo funcione.
Mi amiga Andrea, mi mano derecha, por cada consejo, por cada idea, y por ayudarme a darle forma a MICORA, tal y como lo soñé.
Mi amiga Alba, quien sin quererlo, me dio la señal para comenzar, haciendo que los chalequillos fueran mi primer paso en este sueño.
Mis tías, por sus enseñanzas, por compartir conmigo el arte de los patrones y la costura, y por mostrarme que este oficio tiene un valor inmenso.
Mi padre, mi madre y mi hermano, mis mayores apoyo y motivación, quien con su amor y apoyo constante me han ayudado a mantener la ilusión y a dar cada paso en este proyecto.
Gracias a todos y, especialmente, gracias a ti. Por estar aquí, por leer mi historia, por ser parte de este sueño y por llevar conmigo el espíritu de MICORA. Cada uno de ustedes es parte de este corazón que late y crece con cada prenda.
Gracias infinitas por hacer que MICORA sea una realidad.